SÍNDROME DE CABEZA ADELANTADA / “TECH NECK”
SÍNDROME DE CABEZA ADELANTADA o “TECH NECK” (Cuello tecnológico)
Esta mala postura de la cabeza se desarrolla cuando extendemos la cabeza hacia delante, fuera de la imaginaria línea vertical que pasa por nuestro centro de gravedad.
Es un problema muy común en nuestra sociedad y que cada vez se extiende más por el uso masivo de pantallas móviles. Un adulto, de media, pasa entre 700 y 1400 horas cada año con la cabeza gacha sobre su móvil/tablet, y estas cifras aumentan exponencialmente si hablamos de estudiantes, rozando las 5000 horas anuales en esta posición.
Normalmente atribuimos la degeneración de las cervicales a la edad avanzada, pero todo influye, cargas pesadas, genética y sobretodo nuestra postura.
Diversos estudios han comprobado que la degeneración es más intensa y acelerada en sujetos que tienen un tipo de profesión que requiere tener la cabeza flexionada mucho tiempo o que trabajan delante de pantallas.
El término “TECH NECK” (cuello tecnológico) se ha creado para hacer referencia a los signos de envejecimiento que aparecen prematuramente en personas jóvenes causados por mirar constantemente hacia abajo cuando usan dispositivos tecnológicos.
La cabeza de un adulto pesa entre 4,5kg y 5,5kg, pero al inclinarla ese peso se ve incrementado y somete a mucha más presión toda la zona cervical (músculos, ligamentos, articulaciones, médula espinal…).
Este síndrome puede tener variados EFECTOS sobre la estructura vertebral y salud:
- Desajustes vertebrales
- Inicio temprano de artrosis
- Daño en músculos y nervios
- Degeneración espinal
- Dolores de cabeza, migraña.
- Rectificación – pérdida de la curva del cuello
- Compresión en los discos intervertebrales
- Hernia discal
- Pérdida de capacidad pulmonar
- Problemas en hombros
- Desarrollo de enfermedades neurodegenerativas
¿Por qué ocurre?
Cuando tenemos una degeneración prematura de los discos intervertebrales, estamos sobrecargando las vértebras, y en consecuencia se vuelven más vulnerables a modificar su forma y a presionar los nervios y la médula espinal.
Fijémonos en la estructura: si perdemos curvatura a nivel cervical, iremos estirando más lo que hay dentro de la columna, la médula espinal. Ésta se encarga de trasmitir toda la información entre el cerebro y el sistema nervioso periférico (que se comunica con todo el cuerpo).
Si la tensamos y comprimimos, el resultado es un flujo de información nerviosa alterado o reducido, anormal, mientras que si mantenemos una postura óptima, minimizamos este tipo de estrés.
Efecto en cadena
Un estrés a nivel cervical de este tipo se refleja en toda la columna, no solo localizado en la zona del cuello.
Diversos estudios han demostrado una relación importante entre el síndrome de cabeza adelantada y la escoliosis, consiguiendo una mejora importante en los sujetos que han corregido esta postura, sobre todo en adolescentes.
Por último, pero no menos importante. También se ha descubierto que hay una relación directa entre las alteraciones en el flujo de líquido espinal (obstrucción y presión del drenaje cerebral) y las enfermedades neurodegenerativas, además las diferencias en la alineación vertebral podrían afectar al sistema vascular, causando presión o estiramiento y alterando el flujo sanguíneo.