¿Te crujen los huesos?

Al agacharnos, levantarnos de una silla, bajar unas escaleras… y también durante tus ajustes quiroprácticos es muy común que escuches crujir tus articulaciones, aunque no sucede en todas las personas de la misma forma. 

Este ruido puede asustar a quién lo sufre y que se pregunte ¿Es normal? ¿Por qué crujen? A continuación damos respuesta a estas y otras preguntas frecuentes.

¿Por qué me crujen los huesos?

El motivo más frecuente por el que crujen los huesos es debido a las burbujas de aire que se originan en el fluido sinovial, que es aquel que rodea y lubrica las articulaciones.

Cuando este líquido solo lubrica unas zonas o partes del hueso es porque los ligamentos se aprietan o se tensan. Esto provoca que el líquido pase de una zona ósea a otra, por lo que la presión es diferente en el interior de la articulación.

Los gases o burbujas del líquido favorecen el movimiento y, por tanto, los huesos no rozan entre sí. Al explotar estas burbujas de gas es cuando escuchamos el ruido.

Así que no tienes por qué asustarte cuando escuches crujidos al recibir tus ajustes quiroprácticos. ¡Son tus articulaciones en movimiento! y además con un movimiento específico gracias a las técnicas quiroprácticas especializadas.

¿Pueden crujir los huesos por otros motivos?

La causa más común es por el fluido sinovial, aunque también puede ser por la fricción de los huesos que indican la presencia de artrosis.

Otra razón habitual es la laxitud articular. Esto se produce cuando los tendones y ligamentos son más blandos y más elásticos. La laxitud articular es frecuente en deportistas.

 En la consulta quiropráctica te podremos orientar con detalle sobre tu caso.

¿Cuando debo consultar con un especialista por el crujido de los huesos?


Si no hay dolor cuando crujen no te debes alertar, ya que es inofensivo. Si bien no se recomienda chasquear o crujir las articulaciones a propósito, puesto que puede dañar los tejidos que las sujetan (ligamentos, tendones…), si no se realiza de una manera especializada.

¿Y si tienes dolor cuando crujen las articulaciones?

Cuando el crujido de los huesos viene acompañado de dolor o inflamación puede alertar de un problema mecánico o el comienzo de una enfermedad en la articulación o alrededor de ella, como puede ser un cartílago desgastado.

 Nuestros quiroprácticos analizarán con cada ajuste tu estado y si encuentran alguna anomalía te la comunicarán para actuar como sea apropiado para ti.

¿El crujido aumenta el riesgo de sufrir artrosis o desgaste?

No es totalmente cierto. La artrosis es una enfermedad reumática que se produce cuando se desgastan los cartílagos y crujir las articulaciones no acelera el proceso de desgaste.

De hecho, un alergólogo americano llamado Donald Unger lo probó en sí mismo durante 60 años. Se dedicó a crujir los dedos de la mano izquierda dos veces al día y los de la mano derecha nunca. Después de 60 años no tiene artrosis ni artritis en ninguna mano. Esta prueba le ha valido el reconocimiento con diferentes premios.

Respecto a los ajustes vertebrales:

Las técnicas utilizadas por nuestros quiroprácticos son de alta precisión, con una fuerza controlada, empuje suave y tracción corta.

Por eso pueden ser frecuentes sin suponer riesgo de desgaste articular ni de laxitud de tejidos.

Al contrario, esa aplicación tan precisa proporciona el movimiento perfecto para las articulaciones vertebrales.

¿Qué es la artrosis?

Esta patología produce dolor, rigidez e incapacidad funcional. Por lo general, se localiza en la columna y zona lumbar, el hombro las manos, caderas y rodillas.

Quienes sufren artrosis manifiestan tener dolor e inflamación. No es una enfermedad hereditaria pero tiene un cierto riesgo genético. Además, la obesidad, no realizar ejercicio físico  o alteraciones en la postura aumenta el riesgo de padecerla

Recomendaciones

  • Identifica si el crujido es doloroso o te impide realizar alguna actividad

  •  Si va acompañado de dolor nuestros quiroprácticos analizarán cuáles pueden ser las causas y si debes acudir al traumatólogo.

  •  No crujir los huesos, como los nudillos de las manos

  • Evitar crujir la espalda o cuello intencionalmente.

  • Recibir ajustes quiroprácticos específicos de manera frecuente te ayudará a conservar unas buenas articulaciones vertebrales, además de un buen funcionamiento del sistema nervioso.

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